“La situación del país es cada vez más inquietante… de nada
sirvieron los esfuerzos del monarca Alejandro por avivar la popularidad de su
consorte. Los grupos hostiles a la pareja real abarcan casi toda la nobleza y
la totalidad del ejército. La resiente constitución también causo descontento
entre el gabinete, muchos de los ministros ofrecieron su renuncia. Se ha pedido
la intervención de la reina madre en su exilio. Se compara la situación de
serbia con la de la Francia del siglo XVIII, con Luis XVI, que como hombre débil
se dejó someter a los caprichos de su mujer. La impopularida ha llegado a tal
grado que se rumorea de una posible sublevación del ejército, se teme un
complot para derrocar la dinastía, también se rumorea que algunos amigos íntimos
del rey le propusieron la expulsión de la reina Draga y la reforma en el país. Por
las calles se habla de una posible revolución…”
-UN ENCUENTRO TURBADOREl casamiento del futuro monarca de serbia Alejandro,
soltero, enfrento nuevamente a sus progenitores: su madre prefería una boda con
una princesa rusa o Montenegrina; su padre, con alguna princesa alemana. La sucesión
se había convertido para entonces en un problema gubernamental. Fue uno de esos
acontecimientos que, cuando ocurren, no refleja en absoluto la trascendencia
que llegara a tener.
En 1895 Alejandro llegó a Biarritz, siendo calurosamente
acogido por su madre. Ella le hizo los honores de anfitriona a su único con
franco deleite, ayudada, en la tarea, por el staff que la rodeaba en su
grandiosa villa. Ente sus damas, había una mujer llamada Draga, que, en serbio,
significa “la querida”. Draga había nacido con el apellido Lunjewitza, pero, desde hacía años, utilizaba el apellido de casada: Masin. Su marido, el ingeniero de minas Swetozar Masin, había muerto tiempo atrás después de darle bastante mala vida a su mujer, debido al parecer, a su notable grado de alcoholismo.
La reina Natalia había tomado a Draga a su servicio movida
por la piedad. Se compadecía sinceramente de aquella muchacha de oscura
belleza. Por otro lado, en esa etapa, Draga parecía la dama de compañía
ejemplar: seria, eficiente, reservada y discreta. Probablemente el joven Alejandro
se quedó prendado de Draga a simple vista. El amor entre ambos nació, según los
cronistas, cuando Draga salvo al futuro rey de ahogarse.
La reina madre se tranquilizó: era natural, se dijo, que un
muchacho en la plenitud de su juventud se quedase embelesado con una mujer
mayor que él, de belleza enigmática y bastante sofisticada; pero en cuestión de
semanas, el chico habría vuelto a su palacio y se olvidaría por completo dela
viuda Masin. Una muchacha aristócrata y virginal hubiese supuesto un peligro,
pero una plebeya con un pasado bastante cargado de episodios dudosos sin duda
solo suponía un “capricho” pasajero.
|
El joven rey Alejandro de serbia. retrato de Heinrich Wassmuth 1894. |
Hallándose en parís, Natalia se enteró que su marido, el rey
Milán, aquel maduro licencioso mantenía una aventura con Draga. La reina
furiosa por la “
traición”, la expulso del palacio sin ningún miramiento. Ella la
había acogido, le había otorgado su protección, le había dado una posición honorable.
Al enterarse de la noticias, Alejandro viajo a Belgrado a
visitar a la exiliada. La señora Masin le hizo un relato de sus pesares,
presentando el asunto como si Milán prácticamente la hubiese hecho suya en
contra de su voluntad y como si Natalia la hubiese tratado con insoportable
dureza. Draga se mudó al palacio antiguo, convirtiéndose en amante de Alejandro.
La relación, aunque oficiosa, era conocida públicamente.
Mientras Milán se debatía entre las candidatas para esposa de
su hijo: Sybille de Hesse Cassel o Alexandra Bathildis de Schaumburg Lippe. Por
supuesto, eran protestantes, pero cualquiera podía convertirse a la ortodoxa
para alcanzar la posición de reina de serbia. Para contener en cierto modo a Natalia,
Milán añadió a la lista de potenciales candidatas, dos princesas que ya eran
ortodoxa: Ksenija de Montenegro y María de Grecia. El debate en torno a la
alianza que mejor les cuadraría se prolongó por espacio de meses.
-CRISIS POR EL MATRIMONIO DEL REY
1900 fue el año decisivo. Ese año Milán emprendió un viaje a
Alemania para cerrar definitivamente la negociación que permitía anunciar, el
matrimonio de Alejandro con Alexandra de Schaumburg Lippe. Con la tranquilidad
que proporcionaba el que Milán en persona se encargase de ese asunto, el primer
ministro serbio, Vladan Dordevic, marcho a parís para visitar en nombre de su país,
la gran exposición universal. Tan pronto como eliminó a estos oponentes, pudo anunciar su compromiso con Draga Masin en paz.
Pero el 8 de julio de 1900 toda serbia se alarmo cuando Alejandro
mando empapelar los muros de los principales edificios de Belgrado con enromes
pasquines en los que anunciaba a sus súbditos su próximo matrimonio con Draga
Lunjewitza. A fin de “venderle la idea” a sus súbditos, Alejandro declaraba que
se casaba, firmemente convencido, con una hija de serbia, surgida del pueblo
serbio. No dudaba que junto a Draga, conformaría una familia real modélica y
ejemplar.
En resumen: Draga Lunjewitza, viuda de Masin, sería su
reina. La gente se quedó entre perpleja e incrédula por el giro de los acontecimientos.
La noticia traspaso fronteras rápidamente, alcanzando a los padres del novio y
al primer ministro. Milán quedo en vergüenza ante la familia Schaumburg-Lippe,
encontraba absolutamente infame la perspectiva de que Draga se convirtiera en
reina de serbia. De inmediato hizo saber que renunciaba a todos sus cargos en
serbia, el primer ministro Dordevic declaro, también que dejaba de presidir el
gobierno, pues se consideraba gravemente insultado por los sucedido. Natalia se
unió al coro de protestas: ella no tenía intención de vivir en Belgrado en cuanto
“la serpiente” ocupase sus aposentos en el palacio real.
En serbia, el consejo de ministros en pleno, opuesto al
casamiento, presento su dimisión al rey, no sin intentar infructuosamente
enviar al exilio a Draga, el soberano acepto la renuncia de sus ministros. El patriarcal
de Belgrado no estaba dispuesto a aceptar a una mujer diez años mayor que el
rey, así como a una viuda, como nueva reina. A esto se opuso enérgicamente el
ministro de policía que presento documentos sobre los supuestos amantes de
Draga. Y la reina Natalia apareció de Rusia, hablando con dureza contra Draga,
de que era una prostituta estéril.
|
El rey Alejandro I de Serbia en 1900 |
Sin gobierno por el rechazo de los posibles nuevos ministros
a aceptar formar uno y con diversos rumores desfavorables a la futura reina, el
anuncio de la inminente boda resulto muy impopular. Draga surgió en el
imaginario como una mujer licenciosa, turbia, sombría, capaz de recurrir
incluso a la brujería para someter al rey. A pesare de lograr finalmente formar
un nuevo gabinete, la oposición al casamiento seguía siendo intensa,
especialmente entre los militares –ningún general acepto convertirse en
ministro de defensa del nuevo gobierno- y la alta sociedad rechazo la idea de
convertir a Draga en reina de serbia.
Tras algunas dudas con altos oficiales, el rey Alejandro los
reunió en la catedral el 10 de julio para rendir homenaje a las víctimas de la
guerra por la liberación de serbia y les pronuncio un discurso: “soy el jefe de
la casa de Obrenovic y soy el primero en tener el derecho y el deber de cuidar
el destino y el futuro de la dinastía. Por tanto, la opinión de mi padre en la parte
de mi matrimonio es un asunto secundario
y de poca importancia. Eso es lo principal que creo, no mi padre. Mi padre no respondió
a mis deseos y yo, como comandante en jefe, lo destituí como comandante del
ejercito activo”.
|
Por su obsesión por Draga, el rey Alejandro prácticamente se hecho de enemigos a sus dos padres que no aprobaban su matrimonio. En la foto: El rey Milán y la reina Natalia con el pequeño Alejandro. |
Milán había considerado a Draga apetecible para unas noches
de lujuria, pero, como no era nada tonto, sabía que su hijo, con su notable
inmadurez, corría otros riesgos con la viuda Masin. Antes de marchar al exilio
el ex rey Milán le escribió a su hijo una carta casi profética:
“querido hijo,
a pesar de mi gran deseo de acceder a tu petición, no puedo dar mi consentimiento
al casamiento imposible por el que te has decidido. Deberías saber que, de consumare
tu deseo, empujarías a serbia a la catástrofe. Nuestra dinastía ha sufrido
muchos golpes y aun así ha sobrevivido. Pero este sería tan duro que nunca se recuperaría
de él. Aun tienes tiempo de recapacitar. Si tu decisión es, como afirmas
irrevocable, nada me queda ya por hacer sino rogar a Dios por nuestra patria. Seré
el primero en dar la bienvenida al gobierno que te expulse del país después de esta
locura tuya”.
Los amigos
más íntimos del Rey, que tenían libre
acceso al Palacio, le imploró que desistiese de su fatal intención. El Rey se
negó a recibir la mayoría de ellos. Aquellos a quienes recibió les dijo que, si eran realmente sus amigos, debían
ayudarlo a lograr el único deseo de su corazón, casarse con la única mujer a quien él amaba
con todo su corazón y alma, y quien solo podía hacerlo feliz. No servía de
nada hablar con él de las consecuencias, estaba listo para tomar todas las
consecuencias; y su determinación de casarse con Draga era inalterable e
inflexible.
El joven rey acudió al metropolitano de Belgrado a pedir una
bendición porque se casaba con una autentica serbia, lo que el metropolitano negó.
El rey amenazó con abdicar e ir con Draga a Biarritz y dejar el país sin el
rey. Solo el oportuno apoyo del zar, que aprobó el compromiso, rebajo
temporalmente la tensión del país, además actuaría como padrino de la boda.
-BODA REAL
El día de la boda, miles de ciudadanos aparecieron frente a
la casa de Draga, llevando fotos de ella y animándola. La procesión se dirigió
hacia la catedral, donde se realizaría la ceremonia nupcial. Desde la madrugada
los sacerdotes sacaron iconos, candelabros y velas. El rey Alejandro apareció esa
mañana en la boda con un uniforme militar, con charreteras y adornos, y Draga
con un vestido de novia de encaje blanco con una tiara brillante en la cabeza.
|
Foto del día de la boda en Belgrado |
La escolta honoraria estaba formada por oficiales del ejército
serbio. Después de la boda, después de salir de la iglesia, la gente grito:
“viva
el rey! Viva el rey! Vivía la reina querida!”. La reina Natalia renunció públicamente
a su hijo en una carta, lamentando haberlo dado a luz, el rey Milán llamo desde
Viena y dijo que su pie ya no pisaría la vergonzosa serbia gobernada por su
hijo y una mujer diez años mayor que él.
Tras la boda el rey puso en marcha una campaña contra sus
adversarios y un intento de mejorar la imagen pública de la reina. Trato de
crear un culto estatal hacia la reina, cuyo nombre se dio a regimientos,
escuelas y pueblos. Sus hermanos se encontraban continuamente en la corte y participaron
en los actos oficiales. Su cumpleaños su proclamo fiesta nacional.
Muchas personas juzgaron que gran parte de los errores del
rey Alejandro se debían a la nefasta influencia de su esposa, que controlaba la
actividad de su esposo. La reina interfería en las tareas de estados y favorecía
a sus partidarios. A pesar de la censura y de la vigilancia policial contra las
críticas a los soberanos, estas continuaron. Por orden de Alejandro las críticas
públicas a la familia real pasaron a
considerarse delitos de traición.
El rey trato que la reina fuese recibida en una corte extranjera,
para aumentar su prestigio, en vano. Sus actividades para mejorar su imagen
tuvieron un éxito moderado, pero el ejercito seguía siendo hostil a la soberana.
-EL ESCÁNDALO DEL FALSO EMBARAZO
Ha pasado menos de un mes desde la boda de la pareja real y
el 25 de agosto de 1900. El re Alejandro anuncio que la reina Draga estaba en
un estado bendecido y que serbia obtendría el sucesor Obrenovic. Como primera acción
de esta buena noticia, el rey Alejandro indulto a todos los presos políticos, especialmente
a los radicales y a los que se oponían a su matrimonio. El rey organizo un
baile gratis donde se reunió 800 invitados. El zar Nicolás II, como señal de buenas
noticias de serbia, compro y envió una cuna dorada para el futuro heredero de
serbia.
|
Reina Draga en traje nacional |
Con toda alegría por el embarazo de la reina, el rey recibió
la noticia de que su padre había muerto en Viena. A la reina Draga le sorprendió
el hecho de que quería ser enterrado fuera de serbias, porque estaba enojado
con ella y con el rey. El rey Alejandro envió a sus comisionados al funeral y,
en memoria de su padre, rezo por el alma de su padre en la catedral de
Belgrado.
Sin embargo todos los sueños de un heredero fueron destrozados
por los rumores difundidos por la reina Natalia sobre la infertilidad de Draga.
Ante la duda el zar ruso envió una comisión de médicos a examinar a la
soberana, lo cual resulto no estar embarazada, sino tener un tumor. Esta noticia
conmociono a Alejandro quien le pidió al ayudante una pistola para matar a los ginecólogos,
porque creía que habían interrumpido el embarazo.
|
Retrato del rey Alejandro |
El falso embarazo de la reina Draga creo un gran problema
para el rey Alejandro, además de un duro golpe al prestigio de la soberana. La primera
reacción provino del zar ruso, que no quiso recibir al rey y
a la reina en la planeada visita de este último
a Rusia. Alejandro culpo a los radicales por ello. A lo largo y ancho del país la
reina fue insultada en panfletos y obras de teatro. El escándalo del falso
embarazo trajo consigo la cuestión de sucesoria. Hubo rumores de que Alejandro nombraría
heredero al trono a uno de sus cuñados, hermanos de la reina Draga, bien a Nicolás
o bien a Nicodemo.
El rey Alejandro trató de reconciliar los partidos políticos
al presentar una constitución liberal de su propia iniciativa en 1901,
introduciendo por primera vez en la historia constitucional de Serbia el
sistema de dos cámaras. Esto reconcilió a los partidos políticos, pero no
reconcilió al ejército que, ya descontento con el matrimonio del rey, se volvió
más aún ante los rumores de que uno de los dos hermanos impopulares de la reina
Draga, iba a ser proclamado presunto heredero del trono. El rey tuvo
que salir a desmentir los rumores, Las cítricas llovieron y Draga se ganó el
apodo de la “reina negra”. El monarca, carente de la habilidad de su padre para
gestionar la política interior, se enfrentaba a una crisis política creciente.
-CALLEJÓN SIN SALIDA
Sabiendo que no podía ganar nuevas elecciones, el rey diodos
golpes de estado en una hora. Con el primer golpe, Alejandro abolió su constitución
ocupada y disolvió al senado y la asamblea nacional. Luego, el rey nombro
nuevos miembros al senado, el consejo de estado y tribunales. En el segundo
golpe, el rey restauro la constitución que había abolido unas horas antes. A continuación,
el gobierno llevo a cabo elecciones el 18 de mayo que gano el gobierno. Esta
fue la victoria política final del rey Alejandro. Rusia, a pesar de tratarse de una potencia con un gobierno
autocrático, criticó duramente la infracción de la Constitución serbia por el
monarca. Este acto arbitrario aumento
el descontento en el país.
|
Burla alemana de la dinastía real serbia: la reina Draga se presenta como una abuela frente al joven rey Alejandro |
Hay ciertas acusaciones de que el rey, junto con el primer ministro se estaba preparando expulsar a la reina en ese momento. Con el pretexto de viajar al balneario de Francensband, para tratar los problemas por los que no podía quedar embarazada. Pero más adelante, se le impediría regresar a serbia, de la misma manera que Alejandro había expulsado a sus padres. La situación era de gran tensión y el aplastamiento de las protestas de marzo y los planes del monarca de purgar al ejército de elementos desafectos aceleraron el plan para eliminarlo.
En la noche del 28 de mayo se preparó una cena en la corte
para miembros del gobierno y la familia de la reina. Después de la cena, los
invitados fueron entretenidos por la orquesta de la guardia real. Esa noche se fijó
como día de inicio de la acción. Porque en ese momento un grupo de
conspiradores estaban en servicio en la corte. Los oficiales irrumpieron rápidamente
en la habitación del rey y la reina, pero no había nadie en la cama.
Los oficiales registraron toda la habitación, abrieron armarios y voltearon las cosas, pero no
encontraron a la pareja real. Antes del acto de encontrar a los soberanos, los oficiales
capturaron a los hermanos de la reina, donde fueron llevados al patio y
ajusticiados. Comenzaron a circular rumores de que Alejandro y Draga habían escapado
a través de los túneles secretos hacia la embajada rusa.
Mientras
tanto, el rey Alejandro y la reina Draga estaban escondidos en la pequeña alcoba, a la
que se tenía acceso a través de una puerta secreta en el empapelado de la pared del dormitorio. La puerta de hierro encajaba
tan de cerca en la pared que a plena luz del día difícilmente podría ser
descubierto. Escuchaban de cerca los
disparos en el patio y en el palacio, Y a los gritos de los enfurecidos, de
los oficiales en busca de ellos, ¡sólo
Dios lo sabe! Ciertamente deben haber sabido que era una muerte inminente y
violenta que fue en busca de ellos. Deben haber escuchado las espantosas
maldiciones, juramentos repugnantes, y las terribles amenazas, que esas bestias
salvajes en forma humana habían estado pronunciando durante su búsqueda
aparentemente inútil de casi dos horas.
-ENCONTRAR A LA PAREJA REAL
Los conspiradores arrestaron al general Laza Petrovic, que
como ayudante, conocía todas las habitaciones del tribunal. Petrovic negó conocer
los pasillos y cámaras secretas, pero se le ordeno que mostrara en diez minutos
donde se escondían los Obrenovic con la
amenaza de muerte.
Los agentes encontraron alrededor de las 3:50am a la pareja escondida
en una habitación secreta en al cámara real. Después, a petición desesperada
del rey, supuestamente confirmaron su juramento al rey, la puerta de la pared
se abrió. El rey y la reina en pijama blanca aparecieron detrás de la puerta
oculta, visiblemente asustados y abrazados el uno al otro.
El rey Alejandro dio un paso adelante frente a la reina,
como para protegerla, miro directamente a los traidores y les dijo: “¿qué es lo
que quieren? … ¿y qué hay de tu juramento de fidelidad a mí?”. Hubo un segundo
o dos de silencio mortal, se miraron como hipnotizados. Luego el teniente
Ristic apuntándole le dijo: “aquí esta nuestro juramento de fidelidad” y
disparo contra el rey, que se hundió en los brazos de Draga.
La reina supuestamente trato de proteger a su esposo con su cuerpo. Durante ese tiempo, Petrovic (que se creía estaba desarmado) saco un revolver escondido en su bota, en un intento desesperado por defender a la pareja real, pero aunque, según algunas fuentes, incluso hirió a un oficial, después de solo unos pocos minutos antes de caer muerto.
En medio del alboroto, muchos oficiales de otras partes de
la corte, al escuchar lo que estaba sucediendo, corrieron a la habitación y
vaciaron sus revólveres y rifles, primero contra la reina y luego contra el
rey. La pareja estaban sangrando y gimiendo en el suelo. Luego sacaron sus
espadas y comenzaron a masacrar los cuerpos. La pobre reina Draga fue especialmente
el objeto de su repugnante crueldad.
Algunos oficiales más jóvenes, tomaron el cuerpo
ensangrentado y mutilado de la reina, con bromas groseras y gritos como si estuviesen
locos, arrojaron el cuerpo desde la terraza al jardín. Otro grupo de oficiales
los siguieron con el cuerpo de Alejandro, cubierto de terribles heridas, sin
embargo, todavía gemía de agonía. Lo levantaron para traerlo por la ventana pero los dedos del joven moribundo
convulsivamente cogió el marco de la ventana y lo sujeto con fuerza. Uno de los
oficiales tomo su espada y le corto los dedos.
El cuerpo de Alejandro fue arrojado en medio de los gritos
salvajes de sus asesinos. Cayendo sobre el césped, desnudos, sangrando, yacían en
el jardín a la vista de los soldados. Estos fueron apresados por una especie de
frenético júbilo. Gritaron y gritaron a todo pulmón, bailando y corriendo por
todas las habitaciones como locos, disparando sus revólveres a los cuadro de
las paredes y muebles. Algunos de ellos rompieron con hacha el armazón de la
cama de la pareja real y rompieron todas las cosas en la mesa de tocador de la
reina; pidieron vino de las bodegas del rey, y los sirvientes temblorosos
obedecieron sus órdenes.
El rey Alejandro recibió treinta balas y la reina Draga, dieciocho. Luego de varias horas los cuerpos fueron arrastrados a una habitación cercana en la planta baja, donde los prepararon para un funeral. Colocados en ataúdes de hojalata fueron transportados en el mayor secreto en carruajes al antiguo cementerio de Belgrado rodeados de soldados.
La noticia del golpe fue recibida con sentimientos
encontrados. Muchos de los que culparon al rey por la situación en el país
se sintieron complacidos, mientras que los que lo apoyaron se sintieron
decepcionados. En reacción al asesinato, Rusia y Austria-Hungría expresaron
la protesta más enérgica debido al "brutal asesinato". Gran
Bretaña y los Países Bajos retiraron a sus embajadores de
Serbia, congelaron las relaciones diplomáticas e impusieron sanciones a Serbia. Después del juicio de los asesinos que fueron en su mayoría
castigados con la jubilación anticipada, con las bonificaciones
correspondientes, mientras que algunos nunca fueron castigados Por su
crimen. A pesar de las sanciones de 1904, los artículos personales del rey
Alejandro y la reina Draga se subastaron en Londres, como el uniforme
ceremonial del rey, los vestidos de novia y la tiara de la reina.