domingo, 6 de septiembre de 2015


Cuando llegue a aquel palacete encontré a la reina bebiendo su café. Las cortinas blancas de su dormitorio con sus adornos de flores de colores, los enormes ramos de dalias en sus vasos de cristal, la trasparencia de los visillos bordados finamente, todo conspiraba por la mañana para hacer olvidar el clima aburrido. Pero nada habría tenido ningún efecto sobre mí si no hubiera sido por el encanto de su sonrisa… derramar una alegría, calor de oro por encima de todo…

“qué bueno que has caminado hasta aquí para poder leerme a mi aquí en el Trianon, y tan temprano en la mañana, no sé cómo darte las gracias”

“me volvería a caminar mucho más lejos y con la mayor voluntad, en caso de que su majestad así lo desee”

“lo sé , lo sé estas completamente dedicada a mí. Y es un gran consuelo para  mi pensar en todas esas personas que están dispuestas a ofrecer sus servicios”

-farewell my queen - Chantal Thomas.

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