El 30 de mayo de 1774, Luis XVI renuncio al derecho de
Joyeux Avénement (feliz advenimiento), un impuesto que se aplicaba a la subida al trono del nuevo rey. Siguiendo su ejemplo, la
reina renuncio al derecho del cinturón (Droit de Ceinture), un impuesto que se imponía
durante un tiempo a las mercancías que llagaban a parís desde el Sena y que se
llamaba así porque desde tiempos inmemoriales se acostumbraba a poner a las
reinas de Francia al comienzo de cada nuevo reinado, esta suma considerable.
Joseph Weber escribió en sus memorias: “entre los franceses todavía
existía una antigua y valiente costumbre que las reinas de Francia habían querido
preservar: a la muerte del rey, los franceses pagaron a la nueva reina un derecho
conocido como “el cinturón de la reina”. María Antonieta, habiendo tenido
conocimiento que este derecho pesaba sobre las clases más desafortunadas, que
los privilegiados habían encontrado la manera de no contribuir a él, suplico al
rey que se opusiera a su recaudación”.
Este acto generoso complació a Luis XVI, y la nación aplaudió
unánimemente a la reina. El poema debía preservare la memoria de este
sacrificio. El conde de Coutourelle se convirtió en el instrumento del pueblo
agradecido y envió la cuarteta aquí mencionada a la reina:
“ríndete, adorable soberana,
Al mejor de sus ingresos;
¿Para qué usarías el cinturón de la reina?
Tienes el de venus”.
En la mitología griega, fue gracias a un cinturón mágico,
del que nunca se separó, que Afrodita (Venus) poseía el don supremo de la seducción irresistible
que la había convertido en la diosa del amor y la belleza. Ahora, Zeus estaba saqueando con amor más allá, para disgusto de Hera (Juno), que siempre estaba al acecho. Para traer de vuelta a este marido voluble, Hera le suplicó a Afrodita que le prestara su cinturón.
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Juno toma prestado el cinturón de Venus Elisabeth Vigée Le Brun |
En una carta a su hermana María Cristina, la reina expreso:
“el
rey dio la orden de redactar un edicto por el que remite el derecho de
advenimiento y yo, por mi parte renuncie al derecho del cinturón de la reina,
estos actos se hacen para hacernos amar, es imposible no estar animada a
hacerlo con las mejores intenciones de mi marido, él trata de hacer lo mejor y
trato de seguir su ejemplo”.
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