El futuro Luis XVIII adquirió el marquesado de Brunoy y el Petit Château el año en que su hermano mayor se convirtió en rey, en 1774 (el comprador tenía entonces 19 años). Inmediatamente, su preferencia recayó en el Petit Château, que era más fácil de arreglar según sus gustos. Se lo confió a su arquitecto, Chalgrin, quien emprendió todo un programa inmobiliario. Los accesorios interiores se rehicieron de inmediato y el príncipe se mudó al ala este. A partir de 1775, Provenza hizo construir la Faisanderie de Sénart; al año siguiente fueron las dependencias del Petit Château; en 1779, la Faisanderie des Bosserons. En 1780, Provenza iba a darse los medios para satisfacer su gusto por el teatro haciendo que Chalgrin construyera un teatro y alojamiento para los actores, muy cerca de sus propios apartamentos.
“El hermano del rey -escribe Bombelles- se sintió muy feliz
de tener el campo que el señor de Montmartel había embellecido con grandes
gastos...
De todas las fiestas dadas en el invierno de 1780 fueron arrojados a la sombra por un espectáculo de magnificencia extraordinaria, que se dio en honor a la reina María Antonieta por el conde de Provenza en noviembre en su villa de Brunoy. Se dijo que era “más noble y lo más galante que fue dado a la reina”. El conde de Provenza era un admirador de Edmund Spenser, y al parecer el deseo de encarnar el espíritu de ese poeta de la antigua caballería en la escena que presenta a la vista de su ilustre huésped.
Después de la cena, se solicita a María Antonieta su presencia en el parque. Desde la entrada las sorpresas comienzan. Grupos de caballeros, armados y rodeados de un espléndido sequito de escuderos, se observaron dormidos en el suelo, y sus lanzas se extienden por los lados, los escudos colgados de los árboles que les hizo sombra, y sus mismos caballos descansando sobre la hierba.Todo parecía estar bajo la influencia de un hechizo tan poderoso como el de Merlín, pero el momento en que María Antonieta paso dentro de las puertas, el encanto se disolvió, se despiertan, se levantan, agarran sus lanzas; su llegada ha hecho su antiguo deseo de la gran destreza.
Los jardines de Chateau de Brunoy, donde realizo entra gran fiesta en honor a la reina Marie Antoinette |
Después de un espectáculo acompañado de un ballet lleno de escenas alegóricas en alabar a la augusta visitante, inmediatamente después se disuelve por una pantalla de fuegos artificiales y una iluminación excelente, de los cuales el adorno principal era un hermoso Bouquet de flores, en muchos de color fuego o, iluminando la inscripción: ¡viva Luis! ¡Viva María Antonieta!”.
Esta noche en Brunoy quizás sugiere a María Antonieta la idea de fiestas nocturnas que pronto se darán también en Trianon, y será la moda en Francia de este tipo de espectáculos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario