La desesperación de no dar a luz a un heredero, así como el
anhelo insatisfecho natural de tener un niño, junto con los espíritus
exuberantes de alta de una niña que amaba las fiestas crearon para María
Antonieta una imagen de vértigo frenético, ensucio su reputación de todos los
tiempos y llevo a los rumores de su conducta lasciva. Es irónico, porque su
hermano José II describe a la joven reina como no tener temperamento o ninguna
inclinación por la sexualidad.
Tal vez tengamos que atribuir las presuntas deficiencias de
Luis XVI en su lucha con la tuberculosis cuando era niño, así como la perdida
temprana de sus padres y la forma en que fue tratado por sus tutores. En cuanto
a consumar el matrimonio, la novia tenia catorce años de edad pero parecía como
si tuviese doce, creo que habla bien de Luis al no querer desflorar a una niña.
Luis también se acercó a su esposa de una manera restringida, porque sus
tías habían inculcado en él los peligros para Francia, cuando un rey esta
cautivado por una mujer, como le había sucedido a su abuelo Luis XV.
Por otra parte, Luis pertenecía a la camarilla política de
Versalles que había estado en contra de la alianza con Austria, pues era el
enemigo tradicional de esa nación y se había estabilizado una humillante
derrota a los borbones en la guerra de los siete años. La derrota se atribuyó a
la amante de Luis XV, madame de Pompadour, quien también había estado detrás de
la organización de la boda con la archiduquesa austriaca. Luis probablemente
podría verse a sí mismo llegando a ser absolutamente cautivado por María
Antonieta, por lo que se mantuvo al margen en un principio.
Para citar “Marie Antoinette l’insoumise” de Simone
Bertiére: “la reina sufría una condición conocida en la corte como
“l’étroitesse du chemin” (una estrechez del pasaje), que impedía la
penetración”. Pronto surgió la tesis de que el rey sufría una enfermedad,
propuesta en la biografía de Stefan Zweig de 1932 después de descubrir la
correspondencia sin censura entre la reina y su dominante madre. “desde
entonces, la impotencia de Luis presume en su cobardía al negarse a una
operación para corregir una malformación física – dice Bertiere- Zweig no
comparo estas cartas con las enviadas por el embajador austriaco que no dejan
duda alguna de que Luis XVI no sufría de malformaciones”. No fue sino hasta
siete años después de casarse que María Antonieta “la niña paralizada por el
terror”, perdió si virginidad.
Zweig es responsable de propagar la teoría de la fimosis, una
teoría que sigue apareciendo en los libros contemporáneos y en internet, aunque
autores como Webster, Bertiere, Cronin y Fraser ha hecho su mejor esfuerzo para
mostrar que es errónea.
Según Wikipedia: “las razones detrás del fracaso inicial de
la pareja se debatieron en aquel momento y han continuado desde entonces. Una
sugerencia es que Luis augusto sufría de una disfunción fisiológica, fimosis,
propuesta hecha a finales de 1772 por los médicos de la corte. Los
historiadores en este punto de vista sugieren que fue circuncidado (un
tratamiento común para la fimosis). Los doctores de Luis no estaban a favor de
la cirugía, era una operación delicada y traumática para un hombre adulto. El
argumento a favor de la fimosis y el resultante de una operación se considera
sobre todo que se origina a partir de Stefan Zweig”.
Sin embargo, se ha acordado entre los historiadores más
modernos que Luis no tenía la cirugía. Por ejemplo, en 1777, el embajador
prusiano, el barón de Goltz, informo que el rey de Francia había declinado
definitivamente de la operación. El hecho es que Luis fue declarado como apto
para la relación sexual, confirmado por José II y si durante el tiempo que fue
presuntamente sometido a la operación, el rey se fue a cazar casi todos los
días, de acuerdo a su diario. Esto no había sido posible si se hubiera sometido
a una circuncisión, por lo menos, habría sido incapaz de ir a la caza por unas
pocas semanas. Sus problemas Sus problemas se han atribuido a otros factores, en torno al cual la controversia y la discusión aun hoy envuelven.
Bertiere repetidamente cita informes de varios médicos de
los exámenes de Luis, que dicen que no había ninguna razón física por la que no
pudiera consumar el matrimonio, es decir, ninguna fimosis.
Según Nesta Webster: “José II fue capaz de dar el consejo
correcto que finalmente llevo a la consumación de tan devotamente esperado matrimonio
sin tener que recurrir a la tan comentada operación”.
Según Antonia Fraser: “en enero de 1776, Moreau, un cirujano
del hospital Hotel-Dieu, estaba pronunciando que la operación de Luis XVI era
innecesaria, y unos meses más tarde María Antonieta corroboro lo dicho por el
cirujano, por lo que nunca hubo una operación”.
En el verano de 1777, Luis XVI y María Antonieta consumaron
totalmente su matrimonio. Cada uno con veintidós años y veintiuno
respectivamente.la novia ya había madurado física y emocionalmente, ya estaba
lista para realizar la tarea de ser esposa y madre. Se convirtió en un
matrimonio que no todas las fuerzas del infierno pudieron romper.
A Luis XVI le han ensuciado mucho la memoria. Han sido peores que Tácito con los Césares.
ResponderEliminarGracias.
A doscientos cincuenta años de distancia,todavía no se decanta la gente en este asunto. Creo,personalmente,en la tesis de Simone Bertière,que el problema lo tenía Ma.Antonieta. No Luis XVI.
ResponderEliminarGracias.
No era borracho Luis XVI,pero por el asunto de Estado,el cuñado José II,le dió unas cuantas copas de vino y así lo operaron a Luis XVI. Y así nació María Teresa Carlota. Gracias.
ResponderEliminarTímido patológico,Luis XVI se escondía detrás de la cerrajería y de la caza,pero nunca escondió su deseo de hcer el bien a su pueblo. Gracias.
ResponderEliminarDe hecho,Luis XVI dijo:Veo que,solamente,Turgot y yo amamos al pueblo. Y tenia razón el hombre.
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