Detalle de una pintura que muestra al duque de Choiseul. |
Choiseul tenía sus planes. Su política exterior estaba lejos de ser un éxito. La Guerra de los Siete Años y la Paz de Hubertsburg eran un amargo recuerdo en su memoria, y temía que sus enemigos estuvieran prestos a recordarse a sí mismos y a los demás el papel preeminente que él había jugado en ellos. Al mirar hacia atrás se preguntaba si no hubiera sido más sabio dejar que Francia se mantuviera al margen de esa lucha entre Federico de Prusia y María Teresa, la emperatriz de Austria, por la posesión de Silesia; una guerra en la que Inglaterra y otras naciones europeas habían tomado parte. Había creído que el lado de Francia estaba junto a Austria, y ahora estaba planeando una unión entre los dos países para que su amistad fuera reforzada de la más segura de las maneras, cuando el duque de Berry, heredero al trono de Francia, se casase con la pequeña María Antonieta, la hija de María Teresa. Junto con Suecia, Polonia y Rusia, Francia había luchado contra Prusia e Inglaterra; y cuando un año antes del cese de hostilidades Rusia cambió de bando, Francia había empezado a preguntarse qué iba a sacar en claro de esa guerra. Estaba claro que iba a perderla. Los Sueños de un imperio colonial francés se habían evaporado, y los ingleses habían confirmado su supremacía
en Norteamérica y en la India.El duque de Choiseul junto al rey Luis XV. en la pelicula madame du Barry de 1934. |
Había tenido la perspicacia de cubrir los más importantes puestos de la Corte y el gobierno con quienes le servirían lealmente. Recientemente había estado de acuerdo con la expulsión de los jesuitas de Francia, una decisión que había aumentado su popularidad en España y Portugal. Sería bien tonto si se dejaba intimidar por las insinuaciones de una estúpida mujer. A Jeanne le resultó imposible mantenerse al margen de la política. Un nuevo partido había comenzado a formarse, y militaban en él todos aquellos que estaban determinados a apoyarla y a propiciar la caída de Choiseul. Este partido llegó incluso a conocerse como el de los «Barriens», y estaba presidido por Richelieu, Aiguillon, Maupeou, el duque de la Vauguyon y el abad de Terray, todos ellos hombres de reconocida influencia. La indiferencia de Jeanne hacia los insultos que Choiseul continuaba dirigiéndole era una fuente de preocupación para los «Barriens», cuyo objetivo principal consistía en usar su influencia sobre el rey para arrojar a Choiseul y a sus seguidores de las posiciones que habían detentado durante tanto tiempo, y poder ocuparlas ellos mismos.
Cada palabra que decía Choiseul en contra de Jeanne se le comunicaba a ésta enseguida, y al final Jeanne tuvo que afrontar el hecho de que ese hombre estaba intentando destruirla. En ocasiones, cuando la Corte estaba reunida esperando la llegada del rey, se solían formar dos grupos: uno alrededor de Choiseul y el otro alrededor de madame du Barry; y resultaba evidente que gradualmente el grupo que apoyaba al ministro disminuía y el que apoyaba a la favorita aumentaba. Luis sentía pena por él y llegó al punto de recriminarle: "No deberíais disgustar tanto a madame du Barry, amigo mío " - le dijo amablemente- "No es muy sabio por vuestra parte. Dejadme deciros esto: madame du Barry es muy consciente de vuestras capacidades. Ella no pide sino que no os preocupéis por ella. Es muy hermosa. Yo le tengo un gran afecto. Eso debería bastar para convertiros en su amigo". Pero Choiseul, a pesar del aviso del rey, fue incapaz de ofrecer esa sonrisa o esa palabra amable, y la brecha entre ambos se ensanchó. Era una situación, se decía en la Corte, que no podía durar; y Choiseul continuaba creyendo que su astuta capacidad de hombre de estado le llevaría a triunfar sobre la favorita.
Las
negociaciones para la boda entre el delfín y María Antonieta estaban casi
acabadas, y estaba convencido de que los lazos entre Austria y Francia se
estrecharían; todos se darían cuenta de quién los había forjado y quién era el
hombre idóneo para mantenerlos intactos. ¿Cómo podría el afecto de un viejo
libertino por una mujer de quien muchos creían que era poco mejor que una
prostituta ser comparado con la necesidad que tenía el país del hombre que
había guiado la política exterior de Francia durante tanto tiempo? En poco
tiempo esperaba poder traer a Francia a la archiduquesa austriaca. Así estaban las
cosas cuando la archiduquesa María Antonieta llegó a Francia para casarse con
el delfín.
Grabado que muestra al rey Luis XV con su amante madame Du Barry. |
Carle Van Loo (1705-1765), Portrait de Louis XV en habit militaire |
La emoción era intensa. Para mucha gente parecía que el ministro y la favorita se hallaban frente a frente, dispuestos para la batalla. Por aquella época había una pugna creciente entre España e Inglaterra por la posesión de las islas Malvinas. El Tratado de Utrecht las había puesto bajo soberanía española, pero los ingleses habían construido allí un fuerte y defendían su posición. Los españoles habían enviado tres fragatas para asegurarse de que España seguía reteniendo aquellas islas, pero cuando los ingleses oyeron lo que estaba ocurriendo enviaron una escuadra hacia aquellas latitudes. Se trataba de un pequeño incidente, no un asunto para una guerra de envergadura, pero Choiseul creía que si Francia se ofrecía como aliada, ya fuera de Inglaterra, ya fuera de España, el país que recibiera su apoyo declararía la guerra. Estos planes se los expuso al rey, y Luis vio cómo su ministro de Asuntos Exteriores empezaba un doble juego, coqueteando primero con el embajador inglés y luego con el español.Luis estaba ansioso por evitar la guerra contra Inglaterra, y temió que ésa fuera la dirección hacia la que Choiseul le estaba llevando. Luis todavía estaba dolido por la pérdida de la India y de Canadá, y no le costó recordar que esas pérdidas se habían producido bajo el ministerio de Choiseul.
modo de reavivarla, y esto, a ojos de un rey determinado a mantener la paz, parecía una acción criminal. los enemigos de Choiseul fueron acorralándole. Richelieu y Aiguillon explicaron a Jeanne la necesidad del cese de Choiseul, y Jeanne, conocedora del deseo criminal de Choiseul de embarcar al país en una guerra para salvaguardar su puesto, se sumó a las voces de los otros y discutió con el rey el daño que la política de Choiseul podía depararles al trono y al país. Luis asintió sombríamente. Ya había tomado una decisión. Escribió dos cartas; una se la dirigió a su primo, el rey de España, y en ella se leía: "Majestad no desconoce el espíritu de independencia y fanatismo que se ha extendido por todo mi reino. He soportado esto con paciencia, pero he llegado al extremo de sentirme acosado y mis «Parlements» tienen el propósito de arrebatarme el poder soberano que yo poseo por mandato divino. Usaré todos los medios a mi alcance para exigir obediencia. La guerra, tal y como están las cosas, sería desastrosa para nosotros…" Después seguía haciendo hincapié en los lazos que unían a los dos países cuyos reyes eran parientes tan próximos, y añadió que, aun en el caso de que considerara necesario cambiar a sus ministros, sus objetivos seguirían siendo los mismos.
Retrato de madame Du Barry. |
Tras haber escrito la carta al rey de España, Luis escribió otra al duque de Choiseul, en la que le decía: "Primo, la insatisfacción que me han provocado tus servicios me fuerza a desterrarte a Chanteloup, por lo cual debes dejar palacio en el plazo de veinticuatro horas. Debería haberte enviado bastante más lejos, pero no lo hago por compasión de madame de Choiseul, en cuyo bienestar tengo un gran interés. Ten cuidado de que tu conducta no me obligue a cambiar de idea. Deseo que Dios, primo, te tenga en su santa y valiosa custodia". Esta carta le fue entregada a Choiseul por el duque de Vrillière en la nochebuena del año 1770. Aunque ponía fin a la fama, la fortuna y todo lo que él hubiera querido seguir reteniendo, Choiseul recibió la carta sin mostrar decepción alguna; y al día siguiente dejó Versalles por Chanteloup. La gente de París y Versalles, que había cantado las canciones que él había ordenado escribir y que les habían enseñado a odiar al rey y a su favorita, se aglomeraron alrededor del carruaje tirado por seis caballos, pues viajaba con su esposa y con su hermana, la duquesa de Gramont, al estilo real. Desde Chanteloup la campaña contra Jeanne du Barry continuaba. Se hicieron circular escándalos, se inventaron historias y los cantantes de las calles de París aún cantaban las canciones que habían sido escritas a instigación del duque de Choiseul.
En el grabado que muestra a Luis XVI con madame Dubarry esta equivocado es Luis XV, aparte Luis XVI nunca tuvo amantes
ResponderEliminarGracias por tu comentario,fue un error de edición, estás en lo cierto era Luis xv. Ya corregiremos este error.
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