Esta estatua masiva en Lucerna, Suiza, fue erigida para
conmemorar la masacre de la Guardia Suiza, mientras defendían las Tullerías de la masa revolucionaria el 10
de agosto de 1792 durante la Revolución
Francesa. La lucha comenzó cuando 5 miembros de la Guardia Suiza fueron
asesinados ante su capitán, pero la Guardia Suiza logró contener el
asalto. Mientras tanto el rey se refugió en la Asamblea Legislativa, donde fue
obligado a pedir a la Guardia Suiza que se retirase y volviese a sus cuarteles.
El capitán Dürler, que había visto como asesinaban a sus cinco guardias le
pidió al rey una orden por escrito (que ha sobrevivido). Cuando el rey se la
facilitó, acató la orden y al salir del palacio, indefensos, fueron masacrados
sin piedad por los revolucionarios y sus cabezas fueron puestas en picas en las
calles de la ciudad. De los 1.000 miembros de la Guardia Suiza que defendían al
rey, sólo sobrevivieron unos 300.
La obra está situada en una roca de arenisca de la misma
ciudad de Lucerna, que durante años fue explotada como cantera para construir
la ciudad. No se trata de una obra de tamaño natural, ya que está realizada al
doble del tamaño de un león real. Mide 6 metros de altura y 10 metros de largo.
La obra representa a un león caído, herido de muerte y con el dolor clavado en
el rostro, sobre un escudo con la flor de lis de la Monarquía
francesa y junto a él hay un escudo con el emblema de Suiza.
La iniciativa de crear el monumento fue tomada por Karl von
Pfyffer Altishofen, un oficial de la Guardia que habían estado de vacaciones en
Lucerna, en el momento de la lucha. Comenzó a reunir dinero en 1818 para la
creación de un monumento en honor de la Guardia Suiza, ya que esta masacre
causó una gran consternación en Suiza. Esta escultura maestra es la obra de
Bertel Thorvaldsen y se completó entre 1819 y 1821.
No hay comentarios:
Publicar un comentario