lunes, 31 de octubre de 2011

PATRONA DE LAS ARTES!

El amor de toda la vida de maría Antonieta fue la música. Fue únicamente para satisfacer a la reina que el director de la opera trajo la primera compañía de actores cómicos a parís. Gluck, piccini y sacchini fueron atraídos a la sucesión. Estos compositores eminentes fueron tratados con gran distinción en la corte.

Inmediatamente a su llegada a Francia, Gluck fue ingresado al baño de la reina y hablo con él todo el tiempo que permaneció con ella. Su majestad le pregunto un día si había traído cerca su gran ópera “Armide” a una conclusión y si le gustaba. Gluck respondió con frialdad, con su acento alemán, “señora, pronto estará terminado y realmente será excelente”. Hubo una gran protesta en contra de la confianza con la que el compositor había hablado de una de sus producciones. La reina lo defendió calurosamente, ella insistió en que no podía ignorar el merito de sus obras, que él bien sabia que era generalmente admirado y que no cabe duda de que temía que la modestia, solo dictada por cortesía, deba ser similar a la afectación en él.

La tragedia de “Mustapha y Mangir” por M. de Chamfort, tuvo gran éxito en el tribunal de teatro en Fontainebleau. La reina adquirió al autor una pensión de 1.200 francos. El día después del estreno de “Zemira y Azor”, Marmontel y Gretry fueron presentados a la reina, maría Antonieta los felicito por el éxito de la nueva ópera y les dijo que había soñado con el efecto encantador del trió Zemira por el padre y las hermanas detrás del espejo mágico.

"mi gusto por la musica no ha terminado, y pasamos mucho tiempo en él. hasta nuestro viaje a Marly, tenia un concierto semanal en mi apartamento en el que yo cantaba con varios otros. empecé de nuevo mi lectura de Echard de Laurence".(Marie Antoinette a su madre, 13 junio 17769).

Según la señora campan la reina protegió realmente a artistas no con mucho honor: "se esforzó poco para promover la literatura y las bellas artes... los artistas masa indiferentes se les permitió tener el honor de pintar a la reina. un retrato de cuerpo entero, en representación de ella con toda la pompa de la realeza, fue exhibido en la galería de Versalles. este cuadro, que estaba destinado a la corte de Viena, fue ejecutado por un hombre que no merece ni siquiera ser nombrado, y disgusto a todas las personas de buen gusto... la reina no había ilustrado criterio, ni siquiera en simples gustos, que permita a los príncipes la promoción y protección de los grandes talentos. confeso abiertamente que ella no vio merito en cualquier retrato mas allá de la semejanza. cuando ella fue al Louvre, corría a toda prisa sobre todos los pequeños "géneros" de imágenes, y tal como ella reconocía sin haber alzado la vista a las composiciones de los grandes".

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