domingo, 5 de mayo de 2013

EL DEBATE SOBRE LA ENFERMEDAD DE LUIS XVI!


La desesperación de no dar a luz a un heredero, así como el anhelo insatisfecho natural de tener un niño, junto con los espíritus exuberantes de alta de una niña que amaba las fiestas crearon para María Antonieta una imagen de vértigo frenético, ensucio su reputación de todos los tiempos y llevo a los rumores de su conducta lasciva. Es irónico, porque su hermano José II describe a la joven reina como no tener temperamento o ninguna inclinación por la sexualidad.

Tal vez tengamos que atribuir las presuntas deficiencias de Luis XVI en su lucha con la tuberculosis cuando era niño, así como la perdida temprana de sus padres y la forma en que fue tratado por sus tutores. En cuanto a consumar el matrimonio, la novia tenia catorce años de edad pero parecía como si tuviese doce, creo que habla bien de Luis al no querer desflorar a una niña. Luis también se acercó a su esposa de una manera restringida, porque sus  tías habían inculcado en él los peligros para Francia, cuando un rey esta cautivado por una mujer, como le había sucedido a su abuelo Luis XV.

Por otra parte, Luis pertenecía a la camarilla política de Versalles que había estado en contra de la alianza con Austria, pues era el enemigo tradicional de esa nación y se  había estabilizado una humillante derrota a los borbones en la guerra de los siete años. La derrota se atribuyó a la amante de Luis XV, madame de Pompadour, quien también había estado detrás de la organización de la boda con la archiduquesa austriaca. Luis probablemente podría verse a sí mismo llegando a ser absolutamente cautivado por María Antonieta, por lo que se mantuvo al margen en un principio.


Para citar “Marie Antoinette l’insoumise” de Simone Bertiére: “la reina sufría una condición conocida en la corte como “l’étroitesse du chemin” (una estrechez del pasaje), que impedía la penetración”. Pronto surgió la tesis de que el rey sufría una enfermedad, propuesta en la biografía de Stefan Zweig de 1932 después de descubrir la correspondencia sin censura entre la reina y su dominante madre. “desde entonces, la impotencia de Luis presume en su cobardía al negarse a una operación para corregir una malformación física – dice Bertiere- Zweig no comparo estas cartas con las enviadas por el embajador austriaco que no dejan duda alguna de que Luis XVI no sufría de malformaciones”. No fue sino hasta siete años después de casarse que María Antonieta “la niña paralizada por el terror”, perdió si virginidad.

Zweig es responsable de propagar la teoría de la fimosis, una teoría que sigue apareciendo en los libros contemporáneos y en internet, aunque autores como Webster, Bertiere, Cronin y Fraser ha hecho su mejor esfuerzo para mostrar que es errónea.

Según Wikipedia: “las razones detrás del fracaso inicial de la pareja se debatieron en aquel momento y han continuado desde entonces. Una sugerencia es que Luis augusto sufría de una disfunción fisiológica, fimosis, propuesta hecha a finales de 1772 por los médicos de la corte. Los historiadores en este punto de vista sugieren que fue circuncidado (un tratamiento común para la fimosis). Los doctores de Luis no estaban a favor de la cirugía, era una operación delicada y traumática para un hombre adulto. El argumento a favor de la fimosis y el resultante de una operación se considera sobre todo que se  origina a partir de Stefan Zweig”.


Sin embargo, se ha acordado entre los historiadores más modernos que Luis no tenía la cirugía. Por ejemplo, en 1777, el embajador prusiano, el barón de Goltz, informo que el rey de Francia había declinado definitivamente de la operación. El hecho es que Luis fue declarado como apto para la relación sexual, confirmado por José II y si durante el tiempo que fue presuntamente sometido a la operación, el rey se fue a cazar casi todos los días, de acuerdo a su diario. Esto no había sido posible si se hubiera sometido a una circuncisión, por lo menos, habría sido incapaz de ir a la caza por unas pocas semanas. Sus problemas Sus problemas se han atribuido a otros factores, en torno al cual la controversia y la discusión aun hoy envuelven.

Bertiere repetidamente cita informes de varios médicos de los exámenes de Luis, que dicen que no había ninguna razón física por la que no pudiera consumar el matrimonio, es decir, ninguna fimosis.

Según Nesta Webster: “José II fue capaz de dar el consejo correcto que finalmente llevo a la consumación de tan devotamente esperado matrimonio sin tener que recurrir a la tan comentada operación”.

Según Antonia Fraser: “en enero de 1776, Moreau, un cirujano del hospital Hotel-Dieu, estaba pronunciando que la operación de Luis XVI era innecesaria, y unos meses más tarde María Antonieta corroboro lo dicho por el cirujano, por lo que nunca hubo una operación”.


En el verano de 1777, Luis XVI y María Antonieta consumaron totalmente su matrimonio. Cada uno con veintidós años y veintiuno respectivamente.la novia ya había madurado física y emocionalmente, ya estaba lista para realizar la tarea de ser esposa y madre. Se convirtió en un matrimonio que no todas las fuerzas del infierno pudieron romper.

domingo, 28 de abril de 2013

LA EXPEDICIÓN A OCEANÍA (1783)

En 1783, después del tratado de parís, Jean Francois de La Perouse es elegido  por el marqués de Castries y Luis XVI para dirigir una expedición alrededor del mundo, para complementar los hallazgos de James Cook en el océano pacifico.

El rey Luis XVI lanzo una de las mayores expediciones de descubrimiento de su época. Quería corregir y completar la cartografía del planeta, crear nuevos puestos de comercio, abrir nuevas rutas marítimas en todo el mundo, enriqueciendo las colecciones de conocimientos científicos.


Luis XVI tenía un amplio conocimiento en viajes de lectura geográfica, le había dado una gran predilección por todo lo que tenía alguna relación con la navegación y sobre todo los viajes de Cook, quien había bateado mas, inspiro el deseo de ordenar una campaña de descubrimiento e involucrar a los franceses en la gloria que había conseguido aquel navegador por su nación. Las opiniones del monarca fueron consignadas en un proyecto que fue esbozado por primera vez por sus propias ideas. El original todavía existe y vemos notas al margen, escrito de puño y letra, con medidas propuestas a corregir y compensar lo que se omite. Todas estas notas anuncian un profundo conocimiento de la geografía, la navegación y el comercio. Por último leemos en el fondo del proyecto, también escribió la mano del rey, el siguiente pasaje:

“Para resumir lo que se propone en el presente proyecto y las observaciones que hice, hay dos partes, el comercio y los reconocimientos. Los primeros dos puntos principales: la caza de ballenas en el océano Antártico al sur de América y el cabo de buena esperanza y el otro es el comercio de pieles en el noroeste de América, por ser transportados en china, y si podemos, en Japón. Como parte del reconocimiento, los punto principales son que la parte del noroeste de América, que compite con el aspecto comercial, el mar del Japón, que también contribuye, pero creo que esta temporada propuesta en el proyecto es un nombre poco apropiado, las islas salomón y al sudoeste de nueva Holanda. Todos los demás  deben estar subordinado a ellos, debe limitarse a lo que es más útil y e puede ejecutar en el país en los tres años propuestos”.

Fue después de considerar y, en sus diversas partes, la expedición propuesta, que el rey le dio al navegador La Perouse  que le había confiado la ejecución de la expedición. Se trataba de un capitán que llego a su rango en la armada francesa con una carrera de servicio largo y honorable.

Galaup jean francois de La Perouse, nacido en 1741, ingreso a la armada en 1756 con el rango de simple guardia. En 1780, después de una expedición hábilmente llevada a cabo contra las colonias inglesas de Hudson, había sido nombrado capitán.


Los preparativos para el viaje cuyo objetivo era llenar todos los huecos, para disipar las dudas que aun pudieran existir  en la geografía marítima, respondió a la medida de su plan y la importancia de los resultados que se esperan.

Dos fragatas, la brújula y el astrolabio, se organizaron para esta compaña marítima, estaban equipados con todo lo que parecía necesario o útil solo para un viaje que duraría tres años.

Un comité formado por hombres mayores en las diversas ciencias y artes. Una tripulación de 220 hombres, incluyendo un astrónomo, un médico, tres biólogos, un matemático y tres dibujantes. Incluso los sacerdotes católicos que formaban parte de la expedición como los capellanes fueron entrenados como científicos.


El tamaño del proyecto, la atención prestada a su organización, la habilidad de los que fueron escogidos, todo parecía prometer un éxito de La Perouse, pero la fortuna engaño todas las expectativas y la compañía de transporte marítimo en condiciones tan favorables, termino pronto por un desenlace oscuro casi desconocido en los anales del mar.

La expedición cruzo el atlántico y llego a cabo de hornos, en el extremo sur de América del sur, en enero de 1786.mas tarde exploro chile, islas de pascua, Hawái (todavía hay un lugar en mavi llamado laperouse bay), Alaska, california (donde La Perouse  encontró mucho que criticar en el tratamiento de los nativos americanos), Japón, Rusia, filipinas, Taiwán, corea, tonga, Samoa y Australia.

Dos años después de la hora fijada para el regreso de La Perouse  no volvió a aparecer, se sacaron conjeturas sobre su triste final de su campaña. En 1791, la asamblea nacional pidió al rey enviar exploradores en busca de los infelices.

El almirante d`entrecasteaux fue encargado de esta misión pero no obtuvo resultados, hasta que en 1827 el capitán  Dillon, que navego los mares de india, descubrió los restos de vasijas y objetos que habían pertenecido a La Perouse. Guiados por los indicios, parece cierto que durante la noche las dos fragatas la brújula y astrolabio se estrellaron en los arrecifes de las islas vanikoro, fueron tragados sin que nadie pudiera escapar de este desastre.

El capitán  Dillon recogió los cañones de bronce, la campana de buceo, algunos fragmentos de porcelana y tubos barométricos que obviamente venían del armamento de La Perouse.En 1828, el capitán  Dumont  d`urville recorrió los mares en los que había navegado  La Perouse, encontraron restos de armas que confirmaron todo lo que se podía haber previsto el lamentable destino del navegador y su tripulación.

Antes de salir de este lugar,  Dumont  d`urville hizo un último homenaje a la memoria de La Perouse. En las rocas se erigió un mausoleo coronado por un obelisco triangular.


El propio Luis XVI habría pedido; en la mañana de su ejecución, el 21 de enero de 1793: “¿hay alguna noticia del señor de La Perouse?”. Yo no garantizo la exactitud de esta cita, pero es emblemática la simpatía personal del depuesto rey por el explorador, y el nivel de  interés público en el destino de la expedición.

martes, 26 de marzo de 2013

JOHN ADAMS EN PARIS!


Fue el 11 de noviembre de 1777, cuando John Adams, acompañado de su primo Samuel Adams, partieron de Filadelfia en su viaje de regreso. Él era por fin un privado ciudadano, se alegro de poder volver a asistir a sus propios asuntos. Sin embargo, casi no se le permitió ni siquiera llegar a reanudar su vocación. Él estaba discutiendo la misión a causa en Portsmouth cuando una carta llego a él, de 3 de diciembre de 1777, de Richard Henry Lee y James Lowell, anunciándole su nombramiento como comisionado en la corte de Francia. El día después de haber recibido esta carta acepto la confianza, aunque el deber impuesto estaba muy lejos de ser atractivo.

Los estados fueron representados por Benjamín Franklin, Arthur Lee y Silas Deane, Adams sustituiría a Deane, quien había sido embarcado al congreso por compromisos imprudentes con oficiales militares franceses y que en muchas otras formas se había mostrado no apto para las funciones diplomáticas. El objetivo de la comisión era recaudar dinero para el esfuerzo de guerra de Estados Unidos, para negociar las armas y otros equipos militares y para promover la concertación de una alianza.

El 13 de febrero de 1778, se embarco en la fragata Boston, acompañado de su joven hijo John Quincy Adams. El día 20, un buque de guerra ingles los persiguió, Adams insto a los oficiales y a la tripulación a luchar desesperadamente, considerando “más idóneo” para sí mismo “ser asesinado a bordo del barco o hundido hasta el fondo en el” que ser un prisionero. Pero con una brisa a favor pudieron perderlo de vista y el 31 de marzo se encontró cabalgando con seguridad en el ancla en el rio en Burdeos.


En la corte francesa fue gratamente recibido. “la gente –dice Adams-al principio, me llamaron, se supone que era el famoso Adams”. Era lamentable sin embargo que no supiera nada de la lengua, fue ayudado por medio de un intérprete. Esta deficiencia, disminuyo el placer de su utilidad; de pronto se dio cuenta que sus labores principales cambiaron por la de estar con sus compatriotas y colegas.

En su reunión con Luis XVI, como lo sospechaba, el rey no se ríe de  Adams a pesar de que murmuro “pas un mot!” “ni una palabra!” por la sorpresa que el señor Adams aun no habla francés, el idioma de la diplomacia. Adams y Luis XVI llegaron a tener respeto el uno al otro. Adams describe al joven rey que tenia “la bondad y la inocencia en su rostro”. En cuanto a la opinión de Luis XVI, David McCullough en su libro escribe: "Vergennes, hablando en nombre del rey, ofrece a Adams una alabanza por su sabia conducta llevada a cabo durante todo el mandato de la comisión, así con el celo con el que ha promovido la causa de su nación, se fortalecerá la alianza”.

Extracto de la serie John Adams (HBO) 2008

John Adams describe a María Antonieta de esta manera: “ella era un objeto demasiado sublime y bello que mi pluma torpe no puede describir… su vestido era todo un arte y riqueza, una de sus damas de honor me dijo que tenía diamantes personales por valor de dieciocho millones de libros, y yo pensaba que su majestad estaba en deudas con su vestido… tenía una complexión muy buena lo que indicaba un estado de salud perfecto, era una hermosa mujer tanto en la cara como su figura… la reina tomo una cucharada de sopa y se muestra su excelente persona y sus maneras elegantes… cuando esto se logra, su majestad es expuesta a la admiración de los asistentes con el magnífico espectáculo de una gran reina cenando su comida real en una sola cucharada, todo a la vez. Esto se realizo todo como un reloj perfecto, ni un rasgo de su rostro, ni sus movimientos, sobre todo su brazo y su mano podrían ser criticados por estar fuera de orden”. Palabras de cortesía de un hombre que se enorgullecía de la simplicidad de la soberana de Francia.

Con todo, John Adams amo a la Francia de Luis y Marie Antoinette. Con el mismo ardor que el anhelaba regresar a su hogar, no quería abandonar parís, odiaba salir de Francia: “el clima es más favorable para mi constitución que la nuestra”, reconoció a Abigail. Le encantaba la comida y la civilidad de la vida cotidiana. “los franceses fueron las personas más felices del mundo… y tiene la mejor disposición para hacer de los demás así. No es una opción de entretenimiento elegante de manera teatral, de la buena compañía y excelentes libros que nada falte para mí en este país, pero mi familia y la paz a mi país es lo que me hará uno de los hombres más felices”.

Extracto de la serie John Adams (HBO) 2008

domingo, 17 de marzo de 2013

María Antonieta a su madre 18 diciembre de 1771: "Hoy estuve presente mientras que el señor delfín estaba disparando. él mato a unos cuarenta pájaros, lo que demuestra que no es tan miope como se cree".

martes, 12 de febrero de 2013

LA GRUTA DEL AMOR DE MARIE ANTOINETTE EN TRIANON


Las grutas estaban de moda a finales de 1700. Cada jardín de moda debía tener una, a lo largo de arroyos y cascadas serpenteantes que buscaban lo “más natural”. A este respecto, todos los jardines “ingles” plantados en Francia en tiempos de María Antonieta debían tener una gruta. El diseño de la gruta era exquisito, todo era una ilusión del paisaje arcádico ideal, con un resultado sorprendente. Cada visitante vago a través de este paisaje que vendría  través de la gruta, donde la naturaleza era demasiado grande, una entrada curiosa casi sofocada por la vid y ramas que les dio la bienvenida acompañado por el sonido relajante del agua que fluye. Dentro de la gruta era fresco, un lugar ideal para escapar del verano. Las hijas de Luis XV habían construido una cueva en su residencia en Bellevue, como  madame Balbi en el jardín de Versalles; otros destacados como el duque de Orleans y el príncipe de Conti también se dejaron tentar por esta corriente; Francamente, en ese momento, era más “de moda”. Esta cueva se llevo a cabo bajo un montículo artificial cercano también a un lago artificial.

Durante la supervisión de los trabajos realizados para aumentar la dependencia del castillo, Mique daría los últimos toques a la decoración del jardín ingles. La construcción de la roca era muy laboriosa. Iniciada en 1779, siguió sin producir un resultado que satisfaga a la reina. Fueron presentados catorce modelos en relieve para llegar al contenido. En el cambio de modelo llevaría todo 1781, pero no se termino hasta 1782 y todavía había que darle nuevos retoques varias veces en el siguiente año.


El visitante se encuentra en su camino cantos rodados cubiertos de musgo que llevan a un barranco escondido en el bosque. En la pendiente, donde una cascada de fuentes de agua de un pequeño arroyo que desemboca en el lago murmurador sobre un lecho de guijarro. “la cueva –dice el conde de Hezecques- estaba tan oscura que los ojos deslumbrados a primera vista necesitaba un poco de tiempo para encontrar objetos… estaba todo cubierto de musgo y se refrescaba por el curso de agua que lo atraviesa. Un banco de piedra, también con musgo, pero si el efecto de la casualidad, o por medio de una disposición del arquitecto, una grieta, que se abrió a la cabeza del banco, donde vamos a ver todo el prado… mientras que una escalera llevo a la parte superior de la roca. Dos puertas: una lleva a la escalera, la otra cerro la cueva. Pensamos en un tiempo, plantar por encima las famosas ruinas de la propuesta inicial para adornar la gran roca por el señor Caraman… las colinas rodeaba el lago que se divide en dos partes por el barranco. A la izquierda, una pequeña colina lleva al belvedere. La altura correcta, trazamos caminos por alto que conduce a una terraza. A esta cueva se le llamo: la montaña de el caracol”.

Pierre Nolhac, el gran conservador que supo revivir el dominio de Versalles a comienzos del siglo XX describe: “las rocas cubiertas de musgo revelan el enfoque característico de la época. Había cierta dificultad para descubrir el acceso, sin embargo, indican las disposiciones esenciales de las curiosidades de trianon ordenadas por María Antonieta: la entrada baja a una pequeña cascada que cae, la ubicación del banco cubierto de musgo donde es sorprendente la abertura hecha en la roca y finalmente la estrecha escalera de diez escalones que dan acceso a la cima de la colina. Estos detalles inteligentes, no utilizados en muchas otras cuevas demuestran la habilidad del arquitecto… María Antonieta tenia sus secretos y la cueva no era una manera para esconderse de los chismes? Una pregunta que no puede dejar de plantearse allí… fui capturado por la mezcla de frio, la humedad y la tristeza que emanaba el lugar… ¡que extraño refugio para una reina! Sin embargo cuando María Antonieta se fue a descansar, el banco de piedra estaba cubierto de terciopelo, las cortinas habían sido ciertamente erigido a lo largo de las paredes rezumantes de humedad y antorchar colocadas, porque me di cuenta de que la oscuridad es bastante inquietante”.


Como Maxime de la Rocheterie describe: “no  muy lejos del belvedere y la mitad oculta en una estrecho barranco a la sombra de grandes masas de arboles, era la gruta que solo se alcanzo después de varios modelos por una escalera sombría tallada en la roca. El riachuelo que atravesaba exhalo una deliciosa frescura, la luz penetra débilmente a través de una grieta en el techo, un crecimiento espeso que ocultaba de las miradas indiscretas, el musgo que alfombraba las paredes y el techo impidió que los ruidos del mundo exterior penetraran. Era un lugar para el retiro y descanso”.

En los acontecimientos  del 5 de octubre de 1789, el rey estaba de caza en Meudon y la reina estaba sola en sus jardines de Trianon, que vería por última vez en su vida. Ella estaba sentada en la gruta, absorta de una reflexión dolorosa, cuando recibió una nota del conde Saint-Priest, rogándole que volviera a Versalles.

domingo, 20 de enero de 2013

"LE MERIDIENNE" DE LA REINE MARIE ANTOINETTE

LE MERIDIENNE - MARIE ANTOINETTE

El petit appartement de la reina era una suite de habitaciones en Versalles utilizado por las reinas de Francia en sus horas privadas, desde las habitaciones del estado fueron   abiertas al público, incluso el dormitorio de la reina, por eso era necesario contar con un lugar para la privacidad mínima. En el tiempo de María Antonieta el petit appartement de la reina se componía de dos bibliotecas, un cuarto de baño, el salón de Dorè y el tocador, llamado la Meridienne. Esta primavera, la reina espera su segundo hijo. Tras el nacimiento de su hija hace tres años, todo el reino espera un delfín. El entusiasmo que rodea a este próximo evento es propicio para nuevos desarrollos.

En 1781 Luis XVI ordeno al arquitecto Mique rediseñar la pequeña cámara octagonal de María Antonieta en honor al nacimiento de su primer hijo, el delfín Luis José. Recibe su nombre, “le meridienne”, porque fue utilizado por la reina durante las horas del mediodía para relajarse o entretenerse con amigos cercanos en un ambiente tranquilo y privado. También fue el lugar donde recibió a su modista y decidir que ropa iba a llevar en ciertos eventos. El salón de Dorè por el contrario, la reina recibiría a los invitados y aquellos que buscaban su patrocinio o donación. A petición suya, Mique hizo modificar la distribución de la sala añadiendo laterales recortados, dos de los cuales, a cada lado de la hornacina, estaban dotados de puertas. Este nuevo plano octogonal asegura la independencia de la habitación al permitir que las criadas pasen directamente desde el gran dormitorio a la biblioteca sin cruzar el tocador y "obstruir" a la reina.

LE MERIDIENNE - MARIE ANTOINETTE
"Señor le Comte, tengo el honor de enviarle el plano del nuevo gabinete que se hará para la Reina, al que adjunto el de la biblioteca de Su Majestad, [...] deseando que el dormitorio era común a su biblioteca y su nuevo estudio, y no queriendo que nadie pasara por su estudio para ir a la biblioteca, deseando Su Majestad estar solo cuando lo creyere conveniente, sin estorbar su servicio y sin avergonzarse de ello"
Las nuevas puertas oblicuas están provistas de espejos blancos y admirables cerrojos de bronce dorado con el cifrado de la Reina, realizados por el grabador-dorador Pierre Gouthiére. El 13 de abril de 1781 se colocaron los espejos de hojalata recién entregados por la fábrica real en la hornacina y en los lados cortados que la miran. Para la decoración de la carpintería, María Antonieta recurrió a los más grandes escultores ornamentales de finales del siglo XVIII, los Rousseau, Jules-Antoine ayudado por sus dos hijos, Jules-Hugues y Jean-Siméon. Allí desarrollaron por primera vez su "estilo arabesco": el campo del panel, desnudo y simplemente pintado en "blanco de rey" (un gris muy pálido), está enmarcado por finas guirnaldas talladas en pleno y dorado, entremezclando patrones esbeltos. en relación con el destino de la pieza; el patrón "suspendido" en la parte superior del panel y el patrón "posado" en la parte inferior son más elaborados. 

Así los ornamentos de la ebanistería del Meridiano exaltan la dicha conyugal y el ansiado nacimiento del heredero del reino: corazones atravesados ​​por flechas, atravesados ​​por un cetro real con flor de lis, expresando el amor y la protección del rey, llameantes antorchas, tallos ascendentes de rosas y coronas de rosas trenzadas, delfines rodeados de lirios naturales, pavo real de Juno y águila de Júpiter celebrando la unión de los esposos reales. Para que la armonía sea perfecta, Forestier, maestro tallador, continúa en bronce sobre las puertas de cristal las guirnaldas doradas de la carpintería. El estilo ofrece una mezcla perfecta entre la estilización específica de la decoración y el naturalismo de la realización: cada flor se destaca de las demás y todo vibra con el trabajo de la mano. La Meridienne estaba decorada con granadina azul y una impresionante carpintería dorada. Además de símbolos muy apreciados por la reina: el águila dorada de Austria, al rey (con el símbolo del águila de Júpiter), el amor (con los tallos de rosal con corazones y flechas entrelazadas entre ellos), el matrimonio (con los pavos reales, atributos de Juno, la diosa del matrimonio) y el Delfín (con los querubines). La habitación cuenta con una cama fija.

LE MERIDIENNE - MARIE ANTOINETTE

Terminada la obra, los primeros muebles, cubiertos con una granada azul, fueron entregados en mayo de 1781, reemplazados el otoño siguiente por lujosos muebles tapizados en raso blanco bordado entregados por Capin. El ebanista Jean-Henri Riesener entrega una espléndida consola de marquetería adornada con bronces que simulan los cortinajes y adornos de la sala. Preciosas obras de arte, una mesa velador con tapa de madera petrificada, un jarrón de sardonia, una copa de jaspe rojo y blanco y un par de jarros de porcelana china montados en bronce dorado, completan la decoración de la sala. El 22 de octubre, la reina cumple las esperanzas del reino al dar a luz a un heredero varón.

"La esencia de la feminidad siglo XVIII y los gustos de María Antonieta, esta pieza se caracteriza por la madera y bronce adopción simbólica de la pareja real, el amor, el matrimonio y la maternidad. Lo mismo sucede con el ornamento de dos puertas, llenas de ramas de rosa y salpicado de corazones atravesados ​​por flechas. El revestimiento de madera. Decorada con arabescos, los delfines que descansan en las ramas de los lirios recuerdan la llegada de Delfín Luis José. El Gabinete de la Meridienne tiene dos innovaciones para su época: el movimiento facilita la limpieza, la iluminación de la Casa Real a Biblioteca sin molestar los paneles, y mejorado con espejos que reflejan la luz sola". (Marie Antoinette style - Adrien Goetz, 2005)