domingo, 29 de julio de 2018

Retrato de Madame Royale y Louis Joseph, Delfín de Francia. madame Vigee Lebrun
“Madame Royal en cuestión no era un personaje fácil. Un retrato pintado en 1784 muestra los grandes ojos de la madre, también una pequeña boca; la impresión que se da es de un cierto desaliento, confirmado por su apodo de “mousseline la serieuse”. Ella también era arrogante, en gran medida de la herencia Borbón. Aunque el conde Hezecques como un francés dijo que era “el orgullo austriaco” de su madre en ella que tuvo que ser corregido.

Fue María Antonieta; consiente de os resultados desastrosos de la deferencia interminable pagado a los niños de Francia por los cortesanos de autopromoción, tomo diversas medidas para frenar la arrogancia de su hija. Los niños pobres fueron sus compañeros de juegos; madame Vigee Lebrun, quien pinto a Marie Therese varias veces, describe como un niño campesino se sentó con ella en la cena; madame Royal esta instruida para hacerle los honores; en otra ocasión se les dio sus juguetes a los niños necesitados. El resultado, como era de esperar, fue que Marie Therese prefirió más al padre, que le otorgo en su adoración acrítica.

En un episodio notorio, el abad Vermont estaba profundamente conmocionado por la reacción de Marie Therese a la caída de su madre de un caballo. Al escuchar la noticia, la niña simplemente pregunto si su madre había estado en peligro de muerte, y agregó: “no me hubiera importado”.

“madame Royal no entiende – respondió Vermont- eso significa que la reina podría haber muerto”. Cuando Marie Therese repitió su indiferencia, Vermont pregunto con credulidad: “sin duda, madame Royal no entiende que es la muerte?”. “oh no, yo sé perfectamente bien -fue la respuesta- usted no ve la gente mas. Yo nunca volvería a ver a la reina de nuevo”.

La institutriz madame Macau relata una técnica más elegante cuando ella maneja la dureza de Marie Therese hacia la baronesa de Oberkirch. La baronesa exclamo con admiración inocente en lo bonita que era la niña. “estoy encantada, señora baronesa, que me ha encontrado así – respondió Marie Therese con altivez- pero estoy acostumbrada de oírlo decir en voz alta en mi presencia”. La pobre baronesa estaba cubierta de confusión hasta que la señora Macau comento con mordacidad:” por favor, no se excuse. Madame Royal es una hija de Francia, y como tal, nunca dejaría que las exigencias de la etiqueta le privan del placer de ser apreciado”.

Luis José, a diferencia de su hermana, era un niño hermoso. Fue, sin embargo, de aspecto frágil a causa de las fiebres frecuentes que lo atormentaron, causando ansiedad desesperada para sus padre y su institutriz madame Polignac. Su aparición dio luz de cierto sello de los Habsburgo, se asemeja la emperador José cuando era joven si se permite por sus delicadas miradas; él era como los niños inválidos de carácter dulce que a menudo son”

-Marie Antoinette: the journey - Antonia Fraser